La multa a la que se enfrenta un restaurante de Santa Pola por usar pescado ilegal para elaborar sus menús

La Guardia Civil ha intervenido 250 kilogramos de pescado ilegal en Santa Pola en dos actuaciones llevadas a cabo el 29 y 30 de mayo. Por un lado requisaron 140 kilos de pulpo de roca inmaduro en el puerto de la localidad, mientras que en la segunda intervención el SEPRONA descubrió en un restaurante 110 kilogramos de pulpo, gallina y morralla adquiridos de forma irregular y en malas condiciones de conservación.

La primera inspección llevada a cabo por la Patrulla de Protección de la Naturaleza de la Comandancia (PACPRONA) de la Guardia Civil de Alicante se llevó a cabo en el puerto de Santa Pola. Los agentes observaron como se introducían varios cubos en un coche. Cuando pidieron al dueño del vehículo que mostrara su interior observaron ejemplares de pulpo de roca inmaduro.

Este producto pesquero, que se transportaba sin refrigerar, carecía de documentación, mientras que tampoco había sido presentado en lonja para la primera venta, lo que supone un fraude económico y evita los controles sanitarios previos para acreditar su consumo. Por este motivo, iniciaron un expediente contra el presunto infractor, un hombre de 63 años, que se enfrenta a sanciones tipificadas como graves, que, según la Ley 5/2017 de Pesca marítima y acuicultura, pueden ascender hasta 60.000 euros. La Benemérita continúa con las investigaciones para identificar a los responsables de los buques pesqueros que capturaron el pulpo.

La segunda inspección, llevada a cabo el siguiente día, fue en un establecimiento de restauración de Santa Pola. Allí los agentes descubrieron varios arcones congeladores en los que había producto pesquero ilegal, que carecía de etiquetado y que se usaba para la elaboración de los menús del restaurante.

Las etiquetas deben contener los datos del número de lote, el origen, la fecha de congelación y de vida útil, entre otros. El responsable del local no podía acreditar el origen de estos productos, ya que lo compraba de forma irregular directamente a los pescadores, sin pasar por lonja, según explican fuentes de la Guardia Civil. Además, en el almacén el Seprona halló varios envases de pulpo que se encontraban semidescongelados.

Muchos de estos productos no tenían la talla necesaria para comercializarse. A la vista de varias infracciones a la Ley 5/2017 de Pesca marítima y acuicultura y a la Ley 14/1986, que regula la protección de la salud en España, los agentes han instruido un expediente, que ha sido remitido tanto a la Consellería de Pesca y a la de Sanidad. El responsable es un hombre de 60 años y no se descarta la posible imputación al responsable de un delito contra la salud pública, por la venta al consumidor final en el restaurante, de un producto que puede poner en riesgo la salud de los consumidores.